El presidente de Sri Lanka huyó del país la madrugada de este miércoles, apenas unas horas antes de que venciera el plazo en el que había prometido renunciar, en medio de protestas por una devastadora crisis económica. Pero la multitud no tardó en dirigir su ira contra el primer ministro, con un asalto a su oficina y exigencias de que también él se marchara.
El presidente, Gotabaya Rajapaksa, y su esposa se marcharon en un avión de la Fuera Aérea de Sri Lanka a Maldivas, según un comunicado de la fuerza aérea. Eso no supuso un gran alivio para la nación insular, afectada por meses de colapso económico que han provocado un grave desabastecimiento de comida y combustible, y que ahora ha caído en un caos político.