Japón deberá reforzar la seguridad ante las visitas de autoridades del Grupo de los Siete (G7), declaró ayer domingo el primer ministro Fumio Kishida, un día después de que se le lanzara un aparato explosivo durante un mitin.
Kishida salió ileso del atentado con una aparente bomba casera que fue lanzada en su contra cuando hacía campaña el pasado sábado en la ciudad occidental de Wakayama.