La Sharía es una ley religiosa y está inspirada en el Corán y los dichos y acciones de Mahoma. En el idioma árabe, “sharía” significa “el camino claro hacia el agua”, básicamente un código de conducta que rige todos los aspectos de la vida de los musulmanes: cultos, moral, aquello que tienen permitido o prohibido y las reglas separadoras entre lo que consideran el bien o el mal.
La figura de la mujer es la más perjudicada en esta cultura. En Qatar, las mujeres no pueden tomar sus propias decisiones, sino que existe un sistema de tutela masculina, en general su esposo, quien determina sus pasos a seguir.
La homosexualidad ni cualquiera de las elecciones de vida representadas en el colectivo LGTBIQ+ son permitidas por la ley islámica. El Código Penal de Qatar establece duras sanciones para las relaciones no heterosexuales, entre ellas, la prisión.
El responsable de la organización del Mundial de Qatar 2022, Nasser Al-Khater, recordó esta norma pero aseguró que permitirán “asistir a los partidos” a los aficionados que pertenezcan a dicha comunidad. Sin embargo, advirtió que las muestras de afecto públicas en Qatar están prohibidas “para todos” y pidió que se respete su cultura.