Este domingo se ha sumado un total de once enfermos de la COVID-19 que fallecieron en una explosión en la unidad de cuidados intensivos del hospital turco donde estaban ingresados, según las últimas cifras actualizadas.
Según los medios locales, siete de las víctimas, entre 64 y 85 años, fallecieron en el momento que explotó un tanque de oxígeno en la UCI de un hospital privado en la ciudad de Gaziantep, en el sur de Turquía. Otros tres heridos fallecieron posteriormente y la última víctima mortal se produjo hoy.
Las autoridades han iniciado una investigación judicial y administrativa sobre el incidente para establecer si ha habido algún tipo de negligencia.