¿Te has dado cuenta que cada vez que vas al supermercado o a una tienda, siempre te llevas algo a casa que originalmente no querías comprar? Querías comprar carne y terminas llevando una tablet. Ese tipo de comportamiento está estudiado y es parte de lo que se llama neuromarketing.
El neuromárketing permitiría mejorar las técnicas y recursos publicitarios y ayudar a comprender la relación entre la mente y la conducta del comprador. Analiza lo que hace y como impulsarlo a comprar. Acá te mostramos algunas técnicas.
Las ventas por impulso en supermercados
La compra por impulso es un tipo de compra que se realiza espontáneamente, de forma no premeditada. Se vincula a productos pequeños, de bajo precio y de fácil consumo. Estos productos están en las cabeceras de las cajas y son chicles, dulces, baterías, afeitadoras y gaseosas.
El precio impar
Esta estrategia busca que el consumidor perciba un menor precio en un producto. Se consigue mediante la reducción de la cifra total terminando el precio en un número impar. Se basa en cifras terminadas en números como el 5 o el 9, o en 50 y 90.
El precio de prestigio
Consiste en establecer precios altos, para que los consumidores se sientan atraídos por la calidad y el estatus que representa el producto. El precio impar y el de prestigio son parte de la estrategia de los precios psicológicos. Mediante ellas se intenta influir en la percepción del precio y del producto por los consumidores.
Las tarjetas de crédito y los impulsos
No portar tarjetas de crédito cuando no sea necesario, es un buen método para evitar las compras por impulso. El portar efectivo ayuda a tomar conciencia de cuánto dinero realmente se está gastando. El no tener una tarjeta de crédito evita gastar dinero al actuar de forma impulsiva. Las personas pueden pensar racionalmente diciendo volveré mañana a comprarlo, pero en media hora el impulso habrá pasado.
Ya lo sabes… Si ibas a comprar champú al supermercado y terminas llevándote una motosierra, es culpa del neuromárketing