El programa “Chespirito” comenzó a emitirse en 1970 donde “El Chavo del 8” fue uno de sus personajes más queridos por los televidentes. Aunque su último episodio original fue transmitido en 1995, la serie mexicana siguió emitiéndose en más de 20 países de forma ininterrumpida.
A pesar del éxito a nivel mundial, el programa tuvo un triste final con rencillas y peleas con varios miembros del elenco. Una de las teorías sobre la posible causa del quiebre de “La Vecindad” y que por años ha estado en el aire, es la supuesta rivalidad entre Carlos Villagrán y Roberto Gómez Bolaños por el amor de Florinda Meza.
En entrevista con Infobae, el actor que dio vida a Quico reveló detalles de cómo comenzó el romance con la encargada de dar vida a Doña Florinda.
“Hay una cosa que todo mundo se ríe cuando la digo. Me preguntan ‘tú anduviste con Florinda Meza’ y yo siempre les digo la verdad, les digo ‘no, ella anduvo conmigo'”, bromeó el actor de 77 años.
Villagrán recuerda que el romance comenzó un día en el que se ofreció llevar a Meza y que luego terminaron en su casa. “Un día ella tenía el carro en el taller, se le había averiado el carro, yo me ofrecí a llevarla, después me invitó a su casa, me invitó a jugar unos juegos y, ya saben…”.
Sin embargo, como reconoce el actor en la entrevista, la relación con su colega se le fue de las manos y le comenzaron a resultar incómodos ese tipo de encuentros. Fue ahí cuando le pidió consejos a Gómez Bolaños, quien le recomendó dejar hasta ahí la relación.
“Me dijo mantente en tu posición y todo eso. No tuvo que interceder, yo le pedí ayuda, le pedí un consejo, Le dije ‘mira, ya es muy pesado para mí esto, es una posición que no me gusta’, y entonces Chespirito fue el que me dijo ‘cortala ahora y que se vea obligada a grabar hoy que tenemos grabación'”, señaló.
El actor aclara que no hubo problemas entre los actores mientras el programa se estaba grabando, ni tampoco hubo diferencias entre Chespirito y él. “El programa fue genial, sensacional, por eso llegó a tantos países. Todos estábamos contentos y era una familia muy compenetrada. No hubo ningún problema”.
“Hay algo que es innegable: hay un alambre invisible que se conecta con el televidente, si cualquiera de nosotros hubiera estado disconforme, la gente se hubiera dado cuenta”, agregó.
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