Kelvin Antonio Torrez Medina, de 31 años de edad, originario del barrio Casimiro Sotelo, del municipio de Mateare, murió ahogado en las peligrosas aguas del rio Bravo.
El nicaragüense salió de su casa el pasado 22 de abril con destino a Estados Unidos (EE.UU), viaje que lo hizo de manera independiente logrando llegar hasta el rio Bravo.
El sábado 21 de mayo fue la última vez que su familia se comunicó con él a eso de las 7.30 de la noche, les envió un mensaje en el que les decía que estaba listo para cruzar y que no podría comunicarse más con ellos.
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Hasta ahora lo que la familia Torrez Medina conoce es que Kelvin y otras personas fueron arrastrados, el nicaragüense pidió ayuda porque no podía nadar, pero no se pudo hacer nada por salvarlo, la patrulla fronteriza solo pudo rescatar a la persona que lo acompañaba.
Quisieron extorsionarlos
El miércoles 25 de mayo, mediante una publicación en Facebook, la familia originaria de Mateare se enteraron que Kelvin Antonio estaba desaparecido, situación que fue aprovechada por carteles mexicanos, quienes llamaron a los padres del joven para extorsionarlos, a ellos les pedían 10,000 dólares para supuestamente liberar al nicaragüense, trampa en la que esta familia no cayó.
Fue el pasado viernes 27 de mayo que la familia se enteró, a través de un publicación en Facebook, que el mateareño fue encontrado muerto.
Son cinco mil dólares los que esta familia necesita para repatriar el cuerpo de Kelvin, de los cuales se han recaudado 3 mil que ha sido donados por vecinos y amigos del joven.
Kelvin era técnico en aluminio, también era licenciado en Contaduría Pública y Administración Aduanera. Él, a como muchos nicaragüenses, quiso llegar a EE.UU en busca de una mejor calidad de vida.
Por Sochil Mendoza.