La nostalgia y la soledad hicieron que doña Marisol Vargas se convirtiera en la mejor amiga de varios perros callejeros en el municipio de Jinotepe del departamento de Carazo. Desde hace 20 años en punto de las 7 de la noche, así llueva truene o relampaguee, tiene un compromiso moral y es irle a dar de comer a varios perritos sin hogar.
Los perros ya saben que ella va a llegar, la huelen desde lejos, a mitad de camino ellos llegan para así caminar junto a ella hasta llegar al parque central de Jinotepe y así empezar el reparto de los alimentos. Doña Marisol recuerda los tiempos cuando surgió el cariño y el amor a estos animales.
En el departamento de Carazo doña Marisol es muy conocida, ya que ha demostrado un amor sin interés y que ella conoció cuando le nació alimentar a estos seres indefensos, cuyos dueños irresponsables los abandonan sin ningún remordimiento.
Por Luis Campos.