Una sociedad inclusiva tiene que valorar a las personas de la tercera edad y brindarles oportunidades de desarrollo.
Sin dudas, la cadena de cafeterías será citada como un precedente en la inclusión de la población de adultos mayores y se convertirá en un ejemplo de éxito para que otras compañías abandonen sus prejuicios e imiten sus acciones.
La idea nació al ver que la población de personas mayores crece día a día y que dicho grupo poblacional no cuenta con alternativas para su desarrollo económico y/o personal. Además, los directivos de la famosa cadena, vieron varias ventajas en contratar ancianitos para que atiendan y administren algunos de sus puntos de venta.
Entre otros, encontraron que las personas mayores aportan a su actividad sus experiencias pasadas, bien sea de sus trabajos anteriores o de la vida misma, cualidad pocas veces valorada, también se dieron cuenta que el ambiente laboral era más armonioso y que los clientes se mostraban un poco más empáticos con estas personas.
Hasta el momento sólo se ha puesto en funcionamiento una sucursal, con estas características, pero se espera que poco a poco se vayan inaugurando más, no sólo en México, sino en otros países donde la marca hace presencia.