A dos días de que arranque el Mundial de futbol, las autoridades del emirato cambian las normas que habían acordado respecto al consumo de alcohol que permitía a los aficionados con entradas comprar cerveza con alcohol en los partidos tres horas antes del inicio del partido y una hora después del pitido final, pero no durante el partido. Dentro del perímetro de cada encuentro.
De tal manera, Qatar trastoca el acuerdo de la FIFA con la compañía cervecera Budweiser, como patrocinador oficial por 72 millones de euros, dando de baja tale pretensiones, y el organismo de futbol no tuvo de otras que aceptar la imposición del anfitrión de su torneo a 48 horas de que suene el pitazo inicial del evento.
La FIFA ha perdido control sobre la situación que se ha venido especulando por mucho tiempo, y en cambio tratan de direccionar un mensaje en el que argumental que el país árabe ha centrado sus ventas del producto alcohólico en el festival para fans y no en las inmediaciones de los estadios, a como se había pactado previamente.