Un testigo crucial brindó su declaración este pasado jueves 31 de agosto, en el caso del femicidio de la joven Jenelieth Noryelis Peña, de 19 años, cuyo cuerpo fue encontrado el 12 de abril, en un cauce ubicado detrás del Hotel Ticomo en Managua.
El testigo, quien trabaja como caponero, confirmó haber presenciado el momento en que el acusado Héctor Orelvin Manzanares, de 38 años, vigilante del hotel, ingresó al establecimiento en compañía de la víctima el día de su desaparición.
El testigo relató cómo observó al vigilante subirse al vehículo junto con la joven, y durante el trayecto, escuchó a Manzanares indicarle a la joven, que debía insistir a una entrevista de trabajo programada para la noche del 10 de abril del presente año.
En el juicio se han revelado oscuro antecedentes del acusado, quien supuestamente tuvo participación en un asesinato ocurrido en Matagalpa.
El jefe de sector en la zona señaló que las investigaciones revelaron que el acusado tenía un historial de acosar a menores de edad de una escuela cercana.
El subcomisionado Ronald González, jefe de detectives del Distrito III de Managua, compartió información en torno a la investigación tecnológica. Gracias a la cooperación de la compañía de telefonía Tigo, se pudo rastrear la última ubicación del teléfono celular de la víctima.
Este dispositivo fue localizado en una tienda de repuestos de telefonía móvil, lo que sugiere su posible venta. Según una mujer que compartía domicilio con Manzanares, un día después del crimen, el guarda llegó a casa más tarde de lo habitual, llevando consigo alimentos. Este comportamiento levantó sospechas de que el dinero obtenido por la venta del teléfono podría haber sido utilizado para la compra de estos productos.
Se descubrió que el acusado había invitado a una joven menor de edad llegar al mismo hotel bajo la pretensión de ofrecerle empleo. Esta situación se mantuvo durante diez días, hasta que la menor le dijo su intención de denunciarlo ante las autoridades.
Un dato relevante es el proporcionado por el contador del hotel, quien indicó que después de entregar su puesto la mañana del 11 de abril, el acusado no volvió a presentarse a trabajar, y el cuerpo fue encontrado el día 12, detrás del hotel.
De acuerdo con la acusación, Manzanares estranguló a la víctima y sacó su cuerpo por el portón trasero del hotel. El subcomisionado señaló que, a pesar de que la dueña confirmó que no se abría desde hace años, un oficial pudo abrirlo fácilmente.
Jenelieth Noryelis Peña viajó a Managua con la esperanza deobtener un trabajo, estudiar computación y, finalmente, perseguir su sueño de convertirse en farmacéutica.
Jenelieth, la mayor de dos hermanos, nació en Ubú Norte, municipio de Paiwás, a 227 kilómetros de la capital. Tras la muerte de su madre en 2009, se trasladó a Camoapa para vivir con su tía.