Puede que nos guste la noche y la juerga, pero eso tiene sus efectos en nuestro cuerpo. Sobre todo el alcohol que bebemos. ¿Te imaginas que tu cuerpo sienta los efectos del alcohol sin haber bebido una gota? Eso es una realidad.

El científico británico David Nutt inventó un fármaco que simula los efectos del alcohol y que no genera daños a la salud, es decir, no contamina de manera tóxica el corazón, cerebro ni hígado.

“Es un embriagante no tóxico que elimina los riesgos de la resaca, toxicidad hepática y la pérdida de control”, cuenta Nutt.
Este fármaco es un derivado de la benzodiazepina y no es adictiva ni causa síntomas de abstinencia. Según el científico, el fármaco tiene como objetivo afectar solamente a los neurotransmisores relacionados a la sensación de placer generada por el consumo de alcohol y no aquellos que alteran la percepción o generan adicción.
El científico comenta que el alcohol es una adicción que mata a dos millones y medio de personas cada año.
“Si pudiésemos encontrar una alternativa, podríamos eliminar potencialmente todas esas muertes. Somos incapaces de matar el atractivo del alcohol”, afirma Nutt.