Si por algo se caracteriza Japón es por las eternas jornadas laborales. Y es que los japoneses trabajan 13 horas al día y tan sólo duermen 6. Esta falta de sueño, sumado los altos niveles de estrés se traduce en más de 2.000 muertes al año por exceso de trabajo.
Ante dicha situación, las compañías niponas se han visto en la obligación de permitir que sus empleados duerman la siesta durante la jornada laboral. Y en algunas compañías se están habilitando salas específicas para dormir, habitaciones insonorizadas y aromatizadas, en las que además, está prohibido el uso de cualquier aparato eléctrico.